El flete marítimo internacional es uno de los costes uno de los principales costes que se deben afrontar es relacionado con el transporte del contenedor desde el puerto de origen hasta el de destino a la hora de realizar una transacción comercial por vía marítima.
Esta cantidad puede variar principalmente en función de la época del año en la que se desee realizar la transacción, así como de la oferta y demanda existente en cada una de las rutas comerciales.
Asimismo, en el importe final del flete marítimo internacional intervienen otros factores como la tipología de la mercancía a transportar (mercancías perecederas, peligrosas, de grandes dimensiones, etc.), la rapidez del trayecto (en función de las escalas que pueda realizar la embarcación), el tamaño y tipo de los contenedores (20’, 40’, 40 OT, 45’, Reefer…), así como posibles recargos como combustibles o cambio de divisa, entre otros.
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En este punto, es importante señalar que no todas las navieras ofrecen este tipo de servicios, puesto que depende del país o la estructura disponible en cada lugar. Por este motivo, la labor de las empresas transitarias es crucial, ya que están completamente especializadas para controlar toda la cadena de Distribución Física Internacional (DFI).
Por este motivo, se suelen ofertar fletes marítimos internacionales más económicos desde los propios países africanos hacia Europa.
Dentro del transporte marítimo de mercancías existen dos términos muy comunes que definen las condiciones bajo las cuales se lleva a cabo la operación comercial: FCL y LCL.
Bajo las condiciones FCL, usted, como exportador o importador, hace uso exclusivo del contenedor, el cual se llena exclusivamente con su mercancía. Por su parte, el expendedor se convierte en la persona responsable de llenar el contenedor, así como de asumir todos los cargos relacionados.
En este caso, el encargado de transportar la mercancía tan solo tiene como referencia el Bill of Lading (B/L) o Conocimiento de Embarque Marítimo para conocer cuál es la carga transportada.
Asimismo, los costes relativos por unidad de mercancías en las condiciones FCL suelen ser más bajos debido a que esta variante suele utilizarse para enviar la mayor cantidad y volúmenes de mercancía posible, optimizando el espacio, abaratando los costes y acelerando las transacciones comerciales.
Estas condiciones son totalmente diferentes a FCL, ya que se utilizan cuando no existe una cantidad suficiente de mercancía para completar la carga de un contenedor completo. Por lo tanto, se transportan diferentes mercancías en un mismo contenedor que tienen como consignatarios a varios receptores.
Al contrario que en FCL, las condiciones LCL suelen utilizarse en el flete marítimo internacional cuando se manejan bajos volúmenes de mercancía, mientras que el transportista será quien se responsabilice tanto del contenedor como de su llenado.
El principal inconveniente de los envíos a través de LCL es que la llegada de la carga podría retrasarse debido a que el contenedor es compartido con otras mercancías y no existe la posibilidad de controlar los tiempos de entrega.
Es preciso destacar que aunque en este caso el importe del flete es más alto por unidad de envío, se trata de una opción más asequible para autónomos, pequeñas y medianas empresas, siempre y cuando decidan transportar bajos volúmenes de mercancías.
Además de los propios gastos derivados del flete marítimo internacional, existen otros que deben efectuarse en el proceso previo a la estiba de las mercancías en la embarcación. Entre ellos, se pueden encontrar:
Antes de proceder a realizar cualquier operación comercial por vía marítima, es recomendable conocer los diferentes conceptos y recargos que pueden modificar el importe final del flete marítimo internacional.
Se trata del flete básico que se aplica de manera general y que no incluye recargos, por lo que representa el importe obligatorio a pagar por transportar el contenedor del puerto de origen al de destino.
Este tipo de recargo es aplicado por las compañías navieras con el fin de corregir la disparidad existente entre la divisa local y el tipo de moneda establecido en el flete. Se incluye como porcentaje dentro del importe total del flete.
Este recargo, también aplicado por las compañías navieras, se aplica para ajustar el coste del flete debido a las fluctuaciones del precio del petróleo. Se trata de un tipo de recargo volátil.
Las navieras aplican este recargo debido al tiempo de espera por la congestión existente en los puertos, sin importar si se trata de carga o descarga de mercancías.
Se trata del recargo de seguridad que se cobra en los puertos.
Es el tipo de recargo por cobro en destino.
Se aplica por parte de las navieras por sobrepeso de la mercancía a la hora de realizar la contratación del flete.
Es un tipo de recargo por exceso en las dimensiones de la mercancía a transportar.
Se abona siempre que las mercancías deban ser transportadas bajo una temperatura determinada con el fin de conservar su buen estado.
Este recargo solo se aplica en caso de que las mercancías cuenten con un peso demasiado elevado y provoquen el uso de elementos para reforzar las plataformas en las que se transporten.
Se deben abonar en caso de que las mercancías transiten por determinados canales. Básicamente existen tres: SCTF (Suez Canal Traffic – Canal de Suez), PCS (Panama Canal Surcharge – Canal de Panamá) y Aden (Aden Gulf Surcharge – Golfo de Adén).
Se trata de un tipo de recargo derivado de la aplicación del Código de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias, con el objetivo de mantener la seguridad tanto en las embarcaciones como en los puertos de origen y destino.
Es un recargo aplicado cuando la mercancía transportada es considerada peligrosa.
El PSS es un recargo ocasional que se aplica solamente en algunas transacciones comerciales internacionales durante la temporada alta.
Es importante destacar que de todos los conceptos mencionados anteriormente, el único obligatorio es el O/F u Ocean Freight. En cuanto al resto de recargos, se incluirán en función de diversos criterios, como el puerto de destino, la situación de tráfico en el momento de embarque, así como otros condicionantes relacionados con las propias líneas marítimas.
Los conceptos y tipos de recargos principales en un flete marítimo internacional se pueden aplicar de diferente manera en función de las condiciones establecidas en la operación comercial.
Bajo las condiciones FCL, estos recargos suelen aplicarse mayoritariamente por contenedor o TEU (Twenty-foot Equivalent Unit), la unidad de medida que suele utilizarse dentro del transporte marítimo de mercancías.
En cambio, si la operación comercial se efectúa bajo las condiciones LCL, los mencionados recargos se aplican de manera mayoritaria por W/M o W/V, en función del peso tasable o volumen de los productos transportados.
En Kanvel Logistics & Business Worldwide contamos con una amplia experiencia en el transporte marítimo de mercancías y en la gestión de todos los trámites a realizar para que las mercancías lleguen al lugar de destino en perfectas condiciones y con la máxima rapidez.
Si decide contratar los servicios de nuestra compañía transitaria para llevar a cabo cualquier tipo de importación o exportación por vía marítima, no deberá preocuparse por el flete marítimo internacional ni por cada uno de los recargos que puedan afectar a su operación comercial, puesto que le ofrecemos una solución integral en todo momento.
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